sábado, 10 de julio de 2010

ACTIVIDADES PARA ESTIMULAR AL BEBE DENTRO DE TU UTERO


Por increíble que parezca, tu bebé realmente te escucha.
A partir de los seis o siete meses tu bebé tiene mucho que oír dentro de su ambiente acogedor, el útero. Los investigadores han utilizado un micrófono a prueba de agua, denominado hidrófono, con el cual pueden escuchar lo que adentro debe ser música para los oídos del bebé.
La mayor parte de lo que oye es la turbulencia de la sangre mientras fluye a través de tu sistema circulatorio, el movimiento de tus intestinos y los latidos de tu corazón, los cuales proporcionan una especie de mantra sedante.
Se dice que el recuerdo inconsciente de los latidos cardiacos en el útero parece ser la causa por la que tu bebé se calma si alguien lo sostiene contra su pecho o se adormece con el tic-tac constante de un reloj.
A medida que se obtienen más conocimientos acerca del ambiente interno del vientre y de las reacciones fetales, se ha llegado a la conclusión de que los fetos pueden oír a su madre.
Por lo que no debe resultarte extraño tener la ventaja de atraer la atención de tu bebé, pues te ha escuchado desde que cumplió 25 semanas de gestación.

¿Qué actividades hacer para estimularlo?
Escucha música a un nivel medio-alto para que le lleguen las vibraciones, pero sin molestarlo. Es recomendable que escuches todo tipo de música, la rítmica la pueden bailar juntos, con la más tranquila sólo balancéate llevando el ritmo. La principal recomendación es la música clásica, en especial la escrita por Mozart, Bach y Vivaldi.
Platica con él, ya que poco a poco irá reconociendo tu voz.
Lee en voz alta las lecturas que te gustaría compartir con tu bebé; por ejemplo, algún libro de poesía.
Intenta interactuar con él cuando sientas que está despierto porque se mueve, presiona suavemente el lugar donde sientas el movimiento.
Investiga si algún sonido le provoca cierta reacción.
Demuéstrale tu amor en todo momento hazle saber que lo esperas con mucho amor.
Cuida mucho tu alimentación, ten cuidado de no ingerir sustancias que puedan afectarlo o alterarlo, como el alcohol y el cigarro.
Acaricia tu vientre con la intención de consentir a tu bebé y de comunicarte con él.
Inicia a tu bebé en la asociación de palabras; por ejemplo, frota tu vientre donde se encuentre la espaldita de tu bebé, mientras repites: frotar, frotar, frotar.
Deja que el agua caiga sobre tu abdomen mientras te bañes, porque esto provocará una sensación de relajación.
Date masajes con aceites y cremas en tu vientre, verás que resultarán benéficos para los dos, pues la sensación de satisfacción y calidez es transmitida a tu bebé a través de las paredes de tu vientre.
Comunícate constantemente con él. Quizá no sea posible que compruebes el ritmo cardiaco de tu bebé en tu propia casa, pero puedes experimentar la emoción que provoca establecer comunicación con él.
Trata de prestar atención a los ruidos del entorno que provoquen alguna respuesta en él y lo que no lo hacen. Si te gusta escuchar con frecuencia alguna pieza musical en particular, talvez quieras ver si tu bebé reacciona de modo diferente a la música fuerte y conocida, que a la fuerte y desconocida.
Y ya una vez que tu bebé haya nacido, si le pones la música conocida, lo tranquilizará más que la música que no escuchó en el vientre.
Puedes intentar también obtener una reacción de él con tu voz; por ejemplo, al cantarle a tu bebé cuando está activo, ¿el sonido de tu voz lo vuelve más lento? o si está tranquilo ¿se mueve más en respuesta a tu voz?
Prueba también acercando una fuente de luz a tu vientre (por ejemplo una linterna), notarás que tu bebé reaccionará. Es probable que tengas que intentar todo esto varias veces antes de obtener una respuesta, pero verás que realmente ¡vale la pena esperar!

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